
-Estabas enamorada?
-Sólo por la noche. Él no entendía nada de mí. Sólo mi cuerpo. Y yo entendía el suyo. De día le despreciaba. Pero no podía vivir sin él. Me traicionaba, me humillaba y despues con un beso le perdonaba todo. Una noche no volvió. Se había ido con otra. Sin una palabra. Pero con las prisas, se olvidó la pistola.
Yo pensaba:¿Me disparo o le disparo a él?Pero de repente me vi frente al espejo y empecé a cepillarm así, despacio, pasada a pasada y se me iban deshaciendo los rizos(…)con la centésima pasada el pelo estaba liso. Me miré. Él ya no tenía poder sobre mí. Era otra.
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