Tápate los oidos, fuerte, fuerte, fuerte, más fuerte todavía...


lunes, 9 de enero de 2012

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No dejo de ser la mitad de esto, pero ahora quiero ser la mitad más uno.

http://pensamientocartesiano.blogspot.com/

Jarvis.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Hay dos tipos de personas: tú y el resto.



Tus palabras son las que más alto vuelan del mundo. Yo las soplo, pero tú las empujas mucho más fuerte. Y tus aviones llegan mucho más lejos que nadie, y cargan con mucho más peso que nadie, y me cargan a mí mejor que a nadie.

Tu orgullo, que es mi favorito, siempre te va a decir que no. Y yo siempre voy a darle la razón. Tu metro y medio de hierro es más alto que el metro y medio de paja que ve el resto del mundo en el ojo ajeno, y si tu rabia me inspira a enfadarme, tu amor me inspira a follarte.

Y tú me inspiras a tí.

Y tú me hueles a tí.

Cuando se trata de tí, sí. Soy un tirano. Te miro y me envuelves, y tus gestos me sonríen, y mis venas se contraen y tus pensamientos se anudan con los míos.

Pero sólo estoy yo. Pendiente, dependiente, interdependiente.

Constante.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Menos




Si encuentro alguna pista de dónde estás no te lo pienso decir, por mucho que me haya costado encontrarla. No puedo pagar los peajes que me piden tus aurículas, así que sólo puedo pedirle a tus ventrículos que me dejen pasar, contándoles mentiras de finales felices.

Tus sístoles y diástoles son los dimes y diretes que se pelean con mis intenciones, pero cuando estás entre la espada y la pared sólo te queda confiar en que tu presión, la misma que tienen tus venas, hará que todo explote llenándome las manos de arena.

Si me preguntan diré que me baso en historias de otros para contar la mía propia, porque lo que estamos haciendo no tiene nombre, excepto el tuyo y el mío disueltos en espuma del mar, que puede que acabe llegando a la playa.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Nos quiero.


Cambia de vida, y no dejes que te encuentren. Aun así, recogeme los ánimos del suelo y métemelos en la ropa interior, donde pueda verlos todo el mundo.

Salte de mi raya, engaña mis aduanas y cambia mis fronteras. Discute con mi política, gobierna con tus dedos y véndeme, véndame.

Ven, véndete.

Dispárate discursos al espejo.

No.

Nada.

Si al final va a ser verdad que eres increíble.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Titánico.


Debiste explicarme lo que pasa cuando mezclas dos compuestos. Hay veces que las cosas reaccionan tan rápido con otras que es mejor cerrar los ojos y dejar que las verdades te salpiquen en los párpados, para darte menos cuenta de que todo puede acabar explotando.

Supongo que me toca tragar nervios que no son míos, que me falta estudiarme la teoría o que tengo que inventar algo para hacer que el mundo deje de dar vueltas. Y es porque a partir de ahora empezaré a comprar la luz del día, y dejaré que la noche se quede en bancarrota.

Espero que mientras hago juegos con los dedos de las manos se me olviden las preguntas, y entonces vengan las respuestas (pero del aire, claro).

Entretanto, déjame morderte las uñas hata que te llegue a los codos, que puedo hacer cualquier cosa con tal de no tener el estómago vacío.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Héroes


Ya se que no puedes prometerme el cielo pero yo aun así te lo pido. Tampoco yo puedo prometerte nada, aparte de todos los nervios de mi estomago y de mis horribles ganas de vomitar mariposas. Tampoco te mentiría si te dijese que podría volar alrededor de todo el mundo para quedarme en tu cama, respirandote los alientos y dando paseos con los dedos por tu almohada.

Simplemente hay cosas que el mundo no debería saber, como la existencia de bombas nucleares, de muchos desastres o de trapicheos políticos, pero mejor que todo eso me pienso guardar el secreto de lo que mi cabeza columpia acerca de la tuya, cerca. Y es que "no te lo dire jamás" es lo que me dicen ahora mis fronteras, pero "no me los callarás nunca" es cómo quiero que acaben siendo las cosas. Y tú también, espero.

Pero aun así aguanto, aguanta, y manten la cabeza fría.

Porque a mí no me engañas, y sé en que en realidad, por mucho que digas quien dices ser, no tienes el corazón de hierro, seguro.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Electricistas


Estaba gritando hacia dentro cuando me explicaste cómo funcionan los imanes, pero esto es más bien eléctrico. Entra por la nariz y te contrae los tendones pero te ensancha las pupilas. Pienso que es algo así como lo que la gente busca cuando dicen cursiladas como “me tiemblan las piernas”, cuando tú a mí me haces temblar desde las puntas de los dedos hasta los principios que creía que tenía.

Pero es que somos corriente continua, no dejas de pasar ni un momento, de puntillas, para no provocar ningún cortocircuito, y me alegra que no tomes tierra y que te quedes para tomar un café, y puede que un cigarrillo lleno de ansiedad y de nervios.

La cuestión es que no me canso de seguir con lo mismo. Puede que la solución sean las olas y las nubes, puede que sea dejar de atender a tu risa ahogada retumbando en mi cabeza, y también puede que sea que dejes de mezclar las letras y pausas de una manera casi perfecta.

Y la mejor parte viene cuando después de todo esto me dices sin abrir la boca que si algo no está roto, no tenemos que arreglarlo. Yo de todas formas, te agradezco que transformes las taquicardias en chispas siempre que apareces.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Vidas, de (un) momento.


Subió por las rosas que había en el balcón, y aceptó una copa de vino. Le pidió que se quisieran y lo hicieron, a ojos cerrados y el corazón en las manos. A la mañana siguiente se había ido, y él no lo entendió. La razón le llegó el día que le mataron, diciéndole que el amor dura lo que “el que menos quiere”, quiere.


*************


No le salía rentable pasar tanto tiempo pensando en ella, así que se fue a la otra punta del mundo para asegurarse de tener lejos la atracción casi gravitacional de su sonrisa. Lo que no sabía era que la tormenta le seguía, y es que el mordisco que le había dado lo tendría marcado para toda la vida.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Hasta la próxima

Y creo que si sigo rebuscando voy a encontrar más palabras entre tus dientes, y aunque intentes que no salgan se escaparán entres sonrisas, o incluso entre las arrugas de tus labios.

Puede que hasta llegue a empezar a ducharme con agua caliente, para dejarte que escribas en el espejo, que no para que me despeguen de tí, que eso no podrán ni con agua hirviendo.

Esas cosas efímeras como tu ropa no me preocupan, sino que por algún momento se te pase por la cabeza que crees que puedes despedirme sin haberme dicho antes "hola", y siempre mirar hacia otro lado cuando tus ojos ya no pueden aguantar la presión de los míos.

Porque el contador va a 100 contra 1, y tendrás que empezar a hacer algo, si no quieres que antes de que nos demos cuenta acabe matándote a polvos. Y aún que te parezca imposible, aún estoy "Writing to reach you"

sábado, 27 de agosto de 2011

3 o más


Justamente eso, se había dado cuenta de que el compromiso sin promesas es el que mejor le funcionaba. Ése que no tiene excusas elaboradas ni silencios incómodos. Ése que solo deja señas cuando la distancia intermedia es menos que un metro.

Le gustaba la idea que le ataran el corazón a otro para siempre, de mirar con otra cabeza y de pensar antes de actuar, pero el día en que le pasó decidió comprarse un corazón de robot para poder seguir paseándolo como si fuese el suyo.

Y hasta después de mucho tiempo, vió que era el último que se habia dado cuenta que le habían cambiado el corazón de robot por el corazón real, y que para entonces ya lo había estado arrastrando calle abajo durante todo el paseo.

viernes, 26 de agosto de 2011

Naomi


- ¿Todo eso significa mucho para tí, verdad?

- ¿Qué?

- La vida. Tu sólo vives un poco más fuerte de lo que los demás lo hacen. Salpicas. Te regodeas. Como si no pudieses perder un momento.

[...]

-La cosa Naomi es que tu salpicas, y la otra gente se moja.

Despacio


El amor lento siempre aguanta más debajo del agua que el amor a primera vista, aunque éste te queme las pupilas de un golpe y te deje ciego, aunque solo sea para que al devolverte la vista te des cuenta de que al final todo era un cuento.

El amor lento te susurra mañanas a la oreja, te habla de tardes de cafés y cañas y te grita las noches mientras se agarra a la almohada. El amor lento cuesta, pero cuesta abajo, con dos ruedas y sin frenos.

¿Para qué? Para que podamos batir nuestro récord.

domingo, 14 de agosto de 2011

Enemigo abatido


Porque lo nuestro es el amor a quemarropa, de cerca y sin miramientos, de repente y sinsentido, de lejos pero sentido (el sinsentido). Yo te disparo pero tu no te proteges, y los cartuchos me los pongo en los dedos, y me río.

"Nunca te hago y siempre quiero", y yo te hago, y te quiero. Y cuando aparecen las lagunas de tu cerebro y los pájaros alrededor de tu cabeza es cuando corro a quitarte el pañuelo, pero haciéndote creer que tú te lo has llevado primero.

Y puede que mientras escuchas las notas de un violín desafinado y a la vez el silencio, me dejes verle las orejas al lobo, para meterme en la boca (del lobo) y no poder soltar prenda, ni por la fuerza del As de corazones que te guardas en la manga.



jueves, 26 de mayo de 2011

Closed



Siempre le decía lo mucho que le gustaban los reencuentros de aeropuerto, las intersecciones de las vías del tren y ese circulito que sale en la esquina de la pantalla del cine en todas las películas, y le decía también que todas las nubes tenían forma y que el sol no se apagaría nunca, y que sus ojos siempre estaban mirando, a los suyos.

Sólo le insinuaba que le suspendiese los bemoles, que rodease su ombligo con el dedo, o que corriese una maratón por su piel, para hacerle más tarde cosquillas en la nuca y fumarse su aire y colocarse, y puede que volar. Y mientras esperaba, le comía el corazón con suspiros, y se le teñía la lengua de rojo y el punto de la "Y" entre sus nombres se hacía cada vez más grande.

Pero en el fondo sabía que no iba a durar para siempre, asi que rellenó su equipaje con momentos, para dejarlos secarse y convertirse en recuerdos. Lo que no se esperaba era que no los volvería a ver nunca, porque por primera vez había decidido hacerle menos caso a su cabeza y había perdido la llave de las maletas.

Únicamente hacía falta que volvieran a verse para decidir, en lo que dura un parpadeo, que no iba a ir a buscarla nunca.

martes, 17 de mayo de 2011

Y ya está.


Y a veces sigo sin poder creerme que el 90% del tiempo he conseguido ocuparlo haciendo malabares con tus palabras, y devolviéndotelas desordenadas y de repente, para quitarte la respiración por una fracción de segundo y subirte el estómago a la garganta.

Siempre se me va de las manos, con el tema del control. No estoy diciendo que estemos fuera , pero tampoco que haya un 100% de posibilidades de darle a la diana (al corazón), sino que creo, que he aprendido a manejar las distancias (entre nosotros).

Puede que cuando me auto-invites a tomar una copa se note al poco rato que lo de las distancias (físicas) siempre quedará aparte, y también lo de los silencios y lo de los besos, y lo de los tratos y los datos, y lo de los "alejamientos" metafóricos.

domingo, 10 de abril de 2011

Punto (y coma).


Un funambulista sin cuerda, y puede que tambíen sin paraguas. Veinte centrímetros de repisa de una ventana en un piso muy alto. Una araña con veneno mortal, o tal vez un escorpión, o una serpiente. Las piernas temblando de un soldado, los gritos de un niño hacia un globo de helio que viaja al sol o marcas de derrape en la autovía.

Podría valerle cualquer cosa con tal de no perder la noción del tiempo, con tal de esperar a las preocupaciones y a las contradicciones, con tal de incluso "no" saber, nada. Con tal de verse dando vueltas en el sentido de las agujas del reloj, aunque lo que le habría venido bien en realidad era darlas al revés (pero aun no se había dado cuenta).

A veces incluso pensaba en venderle su alma a cualquier diablo de barrio, con tal de poder volar como con cualquier droga, olvidar como con cualquier bebida o vivir, como con cualquier vida, ¿no?

jueves, 17 de marzo de 2011

A veinte segundos de distancia, en el espacio.


Mierda, y lo que le jodía reconocer que le encantaba hundir la mano en su pelo para que se la apartara de un manotazo, o quedarse mirando durante horas el lunar de su ojo, para poder buscarle una forma distinta cada vez, y ver como se movía cuando apartaba la mirada para reírse.

Y para aquel entonces uno y medio eran veinte, pero se habían pasado como un cometa, por lo que ya que estaba aprovechó para pedir un deseo, como siempre se hace, porque seguro que le había dicho que pedir deseos en una lluvia de estrellas es hacer trampa, y que sólo valen las estrellas que van solas, las que sabía que jamás se estrellarían.

Y le gustaba ver el color que hacían sus labios con la espuma del café, el reflejo del alcohol en sus venas y el romper de la barrera del sonido con una carcajada corta, pero aún así le seguía dando vergüenza el poder decirle que veinte no son nada sabiendo todo lo que le quedaba.

¿Sabes?, creo que en el fondo y muy en el fondo, se querían.

miércoles, 9 de marzo de 2011

16:00


Desde que se enteró de que se podía vivir en el mundo de los sueños se ha instalado allí. A veces cuenta que acorta las distancias, profundiza en las miradas, y se anuda palabras como corbata. Y es por eso por lo que duerme mucho, a veces demasiado, o incluso a veces hasta que los problemas de la boca del lobo salpican, como se dijo una vez.

Allí sus dedos tienen hilos, hilos invisibles que manejan conversaciones hacia un lado bueno, o a veces hacia uno malo, pero para que siempre tengan un final de nubes con forma de cualquier cosa. Maneja posturas y corazones, maneja sentimientos y hace malabares con las mentes.

Y es por eso por lo que nunca quiere volver, porque alli acorta las distancias, y profundiza en las miradas, y es por eso por lo que le hace oídos sordos al despertador, lo transforma en alarma de simulacro de incendios y corre fuera del colegio, lo convierte en latidos de un corazón nervioso o en el sonido que suena al morderse las uñas.

martes, 8 de marzo de 2011

El final de nunca es solo la "a".


Te tengo, y te entretengo y entre tango y tango, latidos. Puede que todavía no haya llegado toda la razón que debería, y tal vez todavía piense con la parte derecha de mi cerebro,y que no controle aquellas cosas que vuelan como el papel, tan alto como los aviones.

Cuatro disparos y un bigote azul,y unas pocas sonrisas (pero pocas) encienden las farolas donde doy vueltas cuando llueve, pero el hecho de no llevar paraguas lo he premeditado, por aquello de que se me aclaren las ideas, para luego atacar con todas mis fuerzas a tu voluntad inquebrantable, como siempre.

Un cuento chino para niños es suficiente, o a veces incluso demasiado. Dices que tal vez, o que quizás, y soplas para que las palabras se las lleve el viento, y tengas un espacio vacío para llenar con idioteces, a veces, de filósofo griego.

Ahora resulta que llevas tú el volante que hará que nos estrellemos contra el Sol, a más de 40ºC a la sombra; y me sacas la lengua, y aprieto los labios, contra los míos.

viernes, 4 de marzo de 2011

Por-ti.


Calla y conduce, me dice tu guitarra. Y yo conduzco, a ninguna parte probablemente, o puede que por fin hayas decidido quedarte en el lado oscuro de la luna. Conduzco amenazado por tu revólver, cargado de miradas y de dientes, cargado de inspiraciones de domingo mezclados con maría, y aunque te lleve a donde quieres llegar me dispararás de todas maneras esas ideas de tranquilidad y de serotonina, que hará que se pueda volar desde el sofá de un octavo cualquiera.

-¿Te imaginas?- Lo pondríamos en la terraza, al lado del zulo, y con tus notas de guitarra y mis arpegios de piano, Jim Morrison tararearía de fondo People Are Strange entre dientes, y entonces el sofá saldría disparado.

Y por cierto, creo que eres la única persona de pensamiento esdrujulado que conozco, que siempre se acentúa en su tercera sílaba, así que pídete una tónica y a partir de ahora, tom(a nota).

jueves, 3 de marzo de 2011

En un abrir (sin) cerrar de ojos.


Y es por eso por lo que vivo una hora antes, por lo que me acuesto 10 horas más tarde y me acuerdo incluso años después. Y aunque sabes que tres notas de un piano podrían llevarme donde tú quieras, sólo tocas la primera, y rozas la segunda, pero no te atreverás a acercarte a la tercera, por tí, por mí y por la bomba nuclear que puede estallar con una chispa de mis ojos puestos en tí.

He dejado de compartir y de querer, pensamientos. Puede que sólo te dediques a matar los peones para atacar con la reina, y ya me he dado cuenta, pero nunca he sabido jugar a tus juegos (porque tú nunca quisiste jugar a los míos) por lo que siempre he acabado perdiendo, incluso por adelantado.

Así que deja de pasear tus miradas por mis retinas, deja de seguir llamándome a pensamientos, señales de humo de cigarrillos baratos o pisadas al ritmo de la música. No puedes adelantarme la hora que te llevo de ventaja, pero las cervezas y vidas diferentes las llevas de sobra, de sobra y de regalo, para cualquiera que pueda pasar por delante y te dedique un parpadeo, aunque no esté acompañado de una sonrisa.

martes, 1 de marzo de 2011

Sólo



El amor me pone cachondo.

sumando

25 años mas uno y 8 días y sigo sumando inviernos, contándome los febreros con las manos y también los miedos, todavía vivo en los bares, sigo echando de menos y a veces también me echo alguna copa de más, sigue habiendo mucho, mucho humo, pero no se puede fumar en los bares, tampoco amar, la gente aun habla alto, la música sigue sonando bajo y las personas sienten en silencio a pesar del peso alto de los años, no soy ni un dedo mas alta, las arrugas las llevo en la ropa de los domingos, me sigo emborrachando los lunes, también sigo buscando gorros de lana que me saquen media sonrisa, guantes que no dejen huella y bufandas que me abracen en las noches de otoño.. todavía me enternece el invierno y me excita el verano, en primavera sigue dando vértigo asomarse a mi vaso, me muerdo las uñas y también el labio inferior, me corto las alas pero nunca me cortare el pelo, miro al cielo al andar y al suelo al parar, me gusta tener a alguien que me abrace para que pueda mirar detrás de mi, por supuesto que yo mirare dentro de ella, miro de reojo por debajo de mi flequillo, me obsesionan los escotes, y veo que ahora con los años he aprendido a odiar con tanta intensidad como se querer, adoro los relojes y me encanta meterme en zapatillas nuevas, también disparo por las noches, pero hacia otro lado y sin discreción, eso si, encontrando una dirección, se me siguen agotando los pulmones de tanto respirar, pero siguen manteniendo la forma de mariposa para volar, me he encontrado con varios corazones de carpintero que convierten en serrín todo lo que tocan, pero sigo manteniendo cerca corazones de herrero que ponen las herraduras a todos los pasos que pueda dar sola tambien me he encontrado unos cuantos corazones de costurera que me cosen todos los descosidos, pero creo que este año la superficie se me queda corta y el ancho se queda largo, la altura se pone gorda y la distancia se me hace cada día mas salada, ácida me sabe la velocidad, amargo el amor pero el dolor ahora es dulce contigo a mi alrededor, sigo teniendo media sonrisa para la gente que me de una entera donde quepan muchas bocas mas, llevo los bolsillos rotos del peso de tantos recuerdos, colecciono inseguridades, aun me juego las decisiones a los chinos, sigo escuchando las mismas canciones, veo tantas películas como mi memoria me deja recordar, me ilusionan los sueños sencillos, y me sigue pareciendo uno de los mejores placeres del mundo rascarme la marca de unos calcetines bien apretados, sigo deseando de mayor ser una niña y como buena niña perdida me quedo pensando en volar, eso si, siempre rodeada de buena gente, humo, drogas, bailes, curiosidades, noches, risas, sexo, palabras, abrazos, mucho alcohol y sobretodo amor...

Submarino



Pienso mirarte de frente en cuanto te vea, y puede que dispare parpadeos a tu corazón, para decirle que la escafandra se ha roto, y que la mariposa ha vuelto a resultar ser un capullo.

Las cosas hacia atrás van mal, y el movimiento se demuestra andando, pero los paseos que me haces dar en tu cabeza siempre vuelven al mismo punto, son enrevesados y laberínticos, hacen que me pierda y que pueda buscar durante horas, dando vueltas y giros de 360 grados (no de 180) algo que sé que sólo puedes encontrar tú.

Y también voy a decírtelo, que aunque muchas veces no podamos entrelazar nuestras pestañas y frotar nuestras narices, se consigue que una chispa haga el apagón de la bombilla de mi sala de juicios (juicios de filocidio)

jueves, 24 de febrero de 2011

El Principi(o).to.


No me gusta empezar las cosas por el principio, prefiero empezar escribiendo finales, finales felices para que la historia no desvíe las cosas y todo vaya bien, para que no te salgas de tu raíl, y yo tampoco del mío.

La gente puede decir que voy demasiado rápido, pero no corro, yo salto, y salto por encima de todos tus planes de futuro, salto por encima de bodas de plata e incluso a veces de oro, salto por encima de los nombres que llevas en mente desde los 13, salto por encima de nuestro bar, de nuestra canción y de nuestra película, salto por encima de nosotros. Cuando puedo traer cosas del futuro al presente lo hago, mediante los agujeros negros de tus ojos, que son infinitos y llenos de trastos.

Pero la desorganizacion del espacio-tiempo que hago puede llevar a cabo que algunas de las ecuaciones sobre leyes universales cambien, para hacerme darme cuenta (aunque luego nunca vuelva) de que las cosas hay que empezarlas por el principio.