Tápate los oidos, fuerte, fuerte, fuerte, más fuerte todavía...


jueves, 3 de junio de 2010


-Y como lo intentaba pero no llegaba nunca, ataba hilos a sus dedos para manejar su corazón como una marioneta.

-¿Y sabes como lo hacia?

-Usaba su mirada amigable, su sonrisa inocente y sus peores intenciones.

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