Tápate los oidos, fuerte, fuerte, fuerte, más fuerte todavía...


lunes, 13 de diciembre de 2010

Shhh...


Venga va, te voy a dejar que sudes mi almohada una vez más, pero sólo para ver que pasa ¿eh? Ya sé que cada vez es diferente pero todo es igual, es algo así como las pompas de jabón que son todas redondas, pero nunca tienen el mismo reflejo de tonos verdes y morados. No me podrás convencer ninguna vez más de que lo haces entre carcajadas porque ahora tus cejas hablan de algún tema serio, de política mundial algo ignorante y de películas y canciones que repites por las noches para no dormirte.

Puede que te diga algo, pero evitaré dirigirte la palabra cuando casi nos estemos tocando, porque no pararé de decir tartamuedos y susurros que no tienen sentido figurado, que es como a mí me gusta hablarte. Y entonces, cuando el hueco de entre mis dientes te deje de hacer gracia, dejará su marca en tus papilas gustativas y podrás tatuarte mis sonrisas guardadas para acordarte de que las verás muy pocas veces, porque esta es la última cerveza que abren tus muelas.

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