Tápate los oidos, fuerte, fuerte, fuerte, más fuerte todavía...


jueves, 24 de febrero de 2011

El Principi(o).to.


No me gusta empezar las cosas por el principio, prefiero empezar escribiendo finales, finales felices para que la historia no desvíe las cosas y todo vaya bien, para que no te salgas de tu raíl, y yo tampoco del mío.

La gente puede decir que voy demasiado rápido, pero no corro, yo salto, y salto por encima de todos tus planes de futuro, salto por encima de bodas de plata e incluso a veces de oro, salto por encima de los nombres que llevas en mente desde los 13, salto por encima de nuestro bar, de nuestra canción y de nuestra película, salto por encima de nosotros. Cuando puedo traer cosas del futuro al presente lo hago, mediante los agujeros negros de tus ojos, que son infinitos y llenos de trastos.

Pero la desorganizacion del espacio-tiempo que hago puede llevar a cabo que algunas de las ecuaciones sobre leyes universales cambien, para hacerme darme cuenta (aunque luego nunca vuelva) de que las cosas hay que empezarlas por el principio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario