Tápate los oidos, fuerte, fuerte, fuerte, más fuerte todavía...


viernes, 3 de diciembre de 2010

Sin problemas.



-He navegado por tu cuerpo hasta naufragar en tus ojos, y poder pasar mucho tiempo en tu pupila abandonada. He sobrevolado el Everest de tu barbilla y cavado hacia tu corazón. He recogido los tréboles de cuatro hojas de tu pelo y los he plantado en tus antípodas, y también he podido leerte los poros desde el tren de tus piernas.

-¿Y cual es el problema?

-Que nunca me ha gustado viajar.

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